Mission Bite #179: Honor the Hands

COVID-19 couldn't pick a worse time to disturb Immokalee, Florida. Even though April is at the tail end of the prime agricultural season, there are still commercial tomatoes to pick, as well as cucumbers and watermelons. And there are lots of migrant farmworkers—mostly Haitian, Mexican and Guatemalan—in this town of approximately 20,000 people.

Living in overcrowded trailers, these workers travel back and forth between home and fields in cramped buses and vans. So much for social distancing.

With a nationwide panic-driven demand for groceries, food banks are facing decreased donations as well as fewer volunteers. That means that community-based food pantries are accessing less food for their clients. Unfortunately, this is the case of Misión Peniel, a Presbyterian (PCUSA), Immokalee-based food pantry that works closely with Cultivate Abundance, a CBF Engagement Partner.

To guarantee that Misión Peniel has an adequate supply of fresh, nutritious food for its farmworker clientele, Cultivate Abundance staff and volunteers tend a community garden at the food pantry as well as another in nearby Naples, Florida. The organization also facilitates the efforts of local churches, organizations and home gardeners to grow and share fruit and vegetables.

Although the risk of COVID-19 has led the Misión Peniel garden to temporarily restrict access to its neighbors, Cultivate Abundance is preparing sets of container gardens for distribution among 30 farmworker families. And with fewer volunteers and reduced food donations for Misión Peniel, Cultivate Abundance is helping this ministry to not only access more produce, but also share the food with farmworkers every Friday afternoon.

This is the work of Beloved Community as we “honor the hands” of those who harvest our food.

-Rick Burnette, CBF field personnel and domestic disaster response manager, Immokalee, Fla.

Honrar las manos

Covid-19 no pudo elegir un peor momento para perturbar a Immokalee, Florida. Aunque Abril es casi el último mes de la principal temporada agrícola, todavía hay tomates, pepino y sandías por recoger. Muchos trabajadores agrícolas migrantes, en su mayoría haitianos, mexicanos y guatemaltecos, en esta ciudad de aproximadamente 20,000 personas viven en casas remolques sobrepobladas.

Ellos viajan de ida y vuelta entre la casa y los campos en autobuses y camionetas repletos. Así no hay cómo hacer el distanciamiento social requerido para este tiempo.

Aparte, como hay una demanda de comestibles a nivel nacional provocada por el pánico, los bancos de alimentos se enfrentan a una disminución de las donaciones, así como a menos voluntarios. Esto significa que las despensas de alimentos basadas en la comunidad están accediendo a menos productos para sus clientes. Desafortunadamente, este es el caso de Misión Peniel, una despensa de comida presbiteriana (PCUSA), con sede en Immokalee, que trabaja en estrecha colaboración con Cultivando Abundancia, un Ministerio Comprometido de CBF.

Para garantizar que Misión Peniel tenga un suministro adecuado de alimentos frescos y nutritivos para su clientela de trabajadores agrícolas, el personal y los voluntarios de Cultivando Abundancia atienden un jardín comunitario en el patio de la despensa de alimentos, así como otro en las cercanías de Naples, Florida. La organización también enlaza los esfuerzos de las iglesias locales, organizaciones y jardineros caseros para cultivar y compartir frutas y verduras con los más necesitados.

Aunque el riesgo de Covid-19 ha llevado al jardín de Misión Peniel a restringir temporalmente el acceso a sus vecinos, Cultivando Abundancia está preparando jardines de contenedores para distribuir entre 30 familias de trabajadores agrícolas. Y teniendo en cuenta que Misión Peniel tiene menos voluntarios y menos donaciones de alimentos, Cultivando Abundancia está ayudandoles no solo a acceder a más productos, sino también a compartir los alimentos con los trabajadores agrícolas todos los viernes por la tarde.

Este es el trabajo de la Comunidad de los amados al "honrar las manos" de aquellos que cosechan nuestros alimentos.