Partnerships are vital to the work of God's mission.
This was brought home once more as we helped a young man from Central America navigate the chaotic waters of filing an immigration application. Now an asylee, he had suffered trauma, homelessness, and abuse as a boy in his home country, with epileptic seizures coming later after arrival in the U.S. His father was murdered when he was a boy, and his mother abandoned him as a baby. He had trouble remembering his own birthday. Most details of his past were a blur. But he told us of his asylum attorney and how much he trusted her.
Trust is the only pathway to working with trauma victims, and asylees classically fit this description. We knew it was imperative to get in touch with her but, because she was an attorney, we knew she would be busy with current clients and probably unavailable to help former ones. But she was a person of deep care and concern and has been a true godsend in assisting us gain the trust of this young man. We can't do our work without partners. It takes a community to help another, a community of caring God creates and invites us into.
-Greg and Sue Smith, CBF field personnel in Fredericksburg, Va.
Las asociaciones son vitales para el trabajo de la misión de Dios.
Lo experimentamos una vez más cuando ayudamos a un joven de Centroamérica a navegar por las caóticas aguas del sistema para presentar una solicitud de inmigración. Había sufrido trauma, falta de vivienda y abuso cuando era niño en su país de origen, con ataques epilépticos que se produjeron más tarde después de su llegada a los EE. UU. Su padre fue asesinado siendo él aún un niño, y su madre lo abandonó cuando era un bebé. Incluso le costaba recordar su propio cumpleaños. La mayoría de los detalles de su pasado eran borrosos. Pero nos habló de su abogada de asilo y cuánto confiaba en ella. La confianza es el único camino para trabajar con víctimas de trauma, y los asilados se ajustan clásicamente a esta descripción.
Sabíamos que era imperativo ponernos en contacto con ella pero, como era abogada, entendíamos que estaría ocupada con los clientes actuales y probablemente no estaría disponible para ayudar a los anteriores. Pero, ella era una persona de profundo cuidado y preocupación y ha sido una verdadera bendición al ayudarnos a ganarnos la confianza de este joven. No podemos hacer nuestro trabajo sin asociados. Se necesita una comunidad para ayudar a otros, que tenga el amor que Dios desea que tengamos el uno por el otro.
-Greg y Sue Smith, CBF personal de campo en Fredericksburg, Va.